lunes, 25 de junio de 2012

Trabajo en horario partido = engordar como un cerdillo

De bajón.

Este trabajo y mi enfermedad no se llevan bien. Es muy difícil controlar el horario de las comidas cuando tu horario te lo administran otros, y cada día es diferente. Unos días estoy a 80 km de mi casa, sin tiempo para comer, otros... me paso el día sentado ante el ordenador... Así es muy difícil hacer dieta!!
Trabajar  en horario partido es el peor enemigo del deporte. Es complicado salir a correr o a andar en bici, cuando sabes que en una hora tienes que volver a trabajar, o cuando llegas a casa a la noche después de 12 horas fuera de casa. Lo único que me apetece es leer un rato, cenar, y acostarme, para dormir, o para lo que sea, pero nunca salir a hacer deporte. Muchos dirán que soy un vago, y que hay que sacrificarse, que el esfuerzo compensa... y yo los respeto, y los veo correr desde mi ventana.

El resultado de esto es que se me ha vuelto a hinchar la tripita, y he ganado alguno de los kilos que perdí con la última dieta de choque. Y no es que haya sido efecto rebote ni nada de esto, es, simplemente, que si no te cuidas, engordas.

Y después está el problema del azúcar. Comer de menú todos los días hace que no puedas elegir exactamente lo que comes. No en todos los sitios hay un Fresco(R) o un buffet de ensaladas. Y no en todos los sitios preparan la pasta para dieta, precisamente. A los restaurantes les conviene que la comida sea grasa y con sabor, para que el cliente se vaya saciado y con la serotonina a tope.

Es esta mezcla de sedentarismo dos días a la semana y mala alimentación tres, hace que el metabolismo no rinda y se acumule todo lo que vas perdiendo.

El azúcar, por las nubes, la tensión a reventar, los triglicéridos saliéndose de todas las escalas... Llegará el día que me visite la parka y la salude diciendo... ¿Dónde coño estabas? llevaba llamándote 6 meses...